UN ÁNGEL ARMADO: 109 ANIVERSARIO LUCTUOSO DE PRÁXEDIS G. GUERRERO

MURIÓ DE PIE: LA BALA ENTRÓ POR EL OJO DERECHO, DESTROZÓ PARTES DEL CEREBRO Y EL CRÁNEO. LO MATÓ AL INSTANTE…

Con su muerte en Janos, Chihuahua, el 30 de diciembre de 1910, comenzaba la leyenda, el mito, el ícono, la inmortalidad de José Práxedis Gilberto Guerrero Hurtado, considerado por Lázaro Cárdenas del Río como “el más importante ideólogo de la Revolución Mexicana”.

Prototipo universal del anarquismo, héroe nacional e internacional, precursor de las guerrillas, iniciador de la narrativa revolucionaria, Benemérito del Estado de Chihuahua, todo eso y más representa el personaje histórico de mayor relevancia para nuestra región, hoy, en su 109 aniversario luctuoso.  

El periodista, escritor, ideólogo, organizador, rebelde y combatiente moría para dejar de ser esclavo. A los 28 años ofrendaba su vida en aras de la Revolución Social y el Ideal anarquista, el autosacrificio y el martirologio voluntario.

“Práxedis es un santo” –había dicho un año antes Fructuosa Hurtado, su madre, mujer creyente, católica practicante– “Práxedis es un ángel”…

En realidad, Práxedis, el sexto de sus hijos, es un anarquista, un revolucionario, un rebelde, un mártir. “Arcángel de la Revolución” le llamó Librado Rivera, su compañero de armas e ideales, en una aproximación quizá más cercana, certera o efectiva: el ángel armado.

Durante la Navidad de 1910, mientras su familia celebraba el nacimiento de Jesucristo, Práxedis combatía y así practicaba la máxima del festejado: “nadie ama más a sus amigos que aquel que da la vida por ellos”.

Humberto Musacchio, en el prólogo de “Átomos de rebeldía. Ensayo literario acerca de Práxedis Guerrero” –galardonada obra de Sonia Bencomo– sostiene que “los revolucionarios no son santos ni demonios. Encarnan, eso sí, las mejores cualidades que se requieren para el cambio social y las vacían en su producción intelectual”.

Santa Práxedis de Roma, es representada recogiendo la sangre de los mártires. Quienes combatían con Práxedis, en Janos, recogieron cuidadosamente, con pañuelos, la sangre del Héroe y Mártir… caído en Janos.

Práxedis nació, vivió y murió en el porfiriato: Díaz acomodaba su primera reelección cuando nació el sexto vástago de la familia Guerrero Hurtado; cuatro meses después de la muerte de Práxedis, el Dictador preparaba sus maletas y dejaba el poder en México.

Práxedis cumplía su destino: había nacido en San Felipe, Guanajuato, para venir a morir a San Felipe y Santiago de Janos, Chihuahua.

Práxedis Guerrero es un idealista de la estirpe de los Héroes de la Independencia quienes, procedentes de Guanajuato, ofrendaron su vida en Chihuahua.

CAMINO A LA MUERTE

“Mire, compañero Rangel: cuando nos hemos resuelto a lanzarnos a la lucha es porque tenemos las ideas muy bien metidas aquí, aquí en la cabeza. El hombre que piensa y siente las ideas, no teme a los sacrificios; va a ellos dispuesto a dar la vida. Usted habrá visto que soy intransigente; que muchas veces discuto detalles; que aparezco terco y meticuloso, y que estoy inconforme con la organización disciplinada de los grupos rebeldes. Es que creo que una revolución popular debe ser espontánea sin jefes. Si me dirijo a usted en esta forma, es porque creo que ama verdaderamente la libertad… Yo no soy un simple enemigo político del general Díaz. Yo soy anarquista; no lucho por odio a un gobierno, sino por amor a una humanidad libre”, dijo Práxedis a su correligionario. (Eugenio Martínez Núñez, La vida heroica de Práxedis G. Guerrero, pp. 176s.)

“La lucha se hace cada día más intensa. Por mi parte, muy pronto abandonaré este suelo; iré a México y correré igual suerte que Lugo o realizaré mis propósitos. Nadie me manda, y voy contra la opinión de algunos compañeros, que sin duda quieren verme morir de fastidio en este país embustero”, escribió Práxedis en una de las cartas a Manuel Sarabia, el 16 de agosto de 1910, desde los Estados Unidos (Práxedis Guerrero, Artículos de combate, pp. 52s.).

Según la Cronología de Chantal López y Omar Cortés, estos son los hechos más relevantes de Práxedis Guerrero, durante el último año de su existencia:

1910… Houston a principios de año.

A mediados de abril, la dictadura ofrece una recompensa de 10,000 dólares por su captura.

En mayo huye de Houston y se refugia en Bridgeport, Texas. Allí trabaja en unas minas de carbón. Colabora en “Evolución social”, semanario liberal editado en Tohay.

A finales de mayo, Punto Rojo es suprimido al descubrir la policía el lugar en donde se imprime.

A fines de junio, abandona Bridgeport por nuevas persecuciones.

Llega a Derby, luego a San Antonio, en donde trabaja en los talleres del ferrocarril.

En aquella época germina en él la idea de organizar la Liga Panamericana del Trabajo o Liga Internacional del Trabajo.

El 3 de agosto Ricardo Flores Magón, Antonio I. Villarreal y Librado Rivera salen de la cárcel.

Al ser perseguido en el Estado de Texas a fines de agosto, Práxedis abandona San Antonio y se dirige a Los Ángeles, Cal., para reunirse con Ricardo, Antonio y Librado.

El 3 de septiembre Regeneración reaparece. Práxedis publica en él artículos de suma importancia.

A finales de noviembre, Práxedis abandona Los Ángeles, Cal. y se dirige a El Paso en donde organiza un grupo de 22 rebeldes, entre los cuales se encuentra Lázaro Gutiérrez de Lara.

El 19 de diciembre llegan por la noche al Estado de Chihuahua. El plan ideado por Práxedis era capturar Ascensión, San Pedro, Janos, Corralitos, Casas Grandes, Terrazas, San Diego, San Buenaventura, San Lorenzo, y otras ciudades más para luego marchar sobre la ciudad de Chihuahua. Entran a Sapeyó, estación ferroviaria 39 kms. al sur de Ciudad Juárez.

El 23 de diciembre, expropian un tren. Con él llegan a la estación Guzmán, donde pasan la noche.

El 24, en la madrugada, se marchan a El Sabinal para recoger a 25 rebeldes que estaban esperándolos. Ahí se quedan todo el día discutiendo el plan de ataque a Casas Grandes.

El 25 regresan a Guzmán, donde se dividen en dos grupos: uno de 32 rebeldes, dirigido por Práxedis y el otro de 9 rebeldes, dirigido por Prisciliano Silva. Este último se dirigió a la Laguna de Santa María.

El 27, el grupo de Práxedis marcha en dirección a Casas Grandes para tomarla, pero deciden abandonar este proyecto ya que esta ciudad tiene una guarnición de más de 450 hombres.

El 29 llegan a Janos. En la noche empieza el combate. Después de dos horas de lucha, el grupo revolucionario sale victorioso, haciendo prisioneros al presidente municipal y al teniente de rurales. Pero poco tiempo después llegan refuerzos de Casas Grandes. Se inicia un nuevo combate en el que mueren Práxedis y once revolucionarios más. No obstante, este combate acaba en la victoria del grupo revolucionario sobre las tropas federales, a pesar de la diferencia numérica existente entre los dos bandos.

La Columna Expedicionaria al Mando de Práxedis G. Guerrero

En la madrugada del 23 de Diciembre, una columna de insurgentes acaudillada por Práxedis G. Guerrero, miembro de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, se apoderó; como a 20 millas de Ciudad Juárez, de un tren del Ferrocarril El Paso y Northwestern, obligando al maquinista a que los condujera hacia la zona revolucionarla. Así sucedió, siendo transportados en ese tren los revolucionarlos hasta la estación Guzmán, donde dejaron el tren y montaron en caballos, partiendo para Casas Grandes.

Cuando todavía iban en el tren y a medida que avanzaban los revolucionarios, destruían los puentes que encontraban en la vía férrea. Dinamitaron un puente y quemaron seis, interrumpiendo, por lo tanto, el tráfico en esa línea.

El Cónsul Americano en Ciudad Juárez, Mr. Edwards, informa a la prensa que los revolucionarios que se apoderaron de ese tren, trataron caballerosamente a los pasajeros que allí iban y que ni siquiera tomaron los fondos del Express.

Para evitar desgracias, un insurgente estuvo esperando cerca de Ciudad Juárez el próximo tren que salió para eI Sur: montó en él y avisó al conductor que los puentes habían sido quemados y que le daba de ello aviso porque los revolucionarios no querían que fuera a ocurrir una catástrofe en que murieran personas inocentes.

Último despacho de Práxedis G. Guerrero

Del campo de operaciones hemos recibido el siguiente mensaje que nos llegó con algún retardo debido a las dificultades que existen para la comunicación.

Dice así:

“23 de Diciembre de 1910.

“Hasta hoy sin novedad.

“Ferrocarril del Noroeste sin puentes.

“Voluntarios uniéndosenos.

“Práxedis G. Guerrero.”

(Regeneración. No. 18. Sábado 31 de diciembre de 1910. Editor: Anselmo L. Figueroa. Los Ángeles, Cal., U. S. A.)

Telegramas oficiales

Casas Grandes, 27 de diciembre de 1910

Señor Alberto Terrazas, Gobernador del Estado

Chihuahua

En estos momentos son las 10:00 de la noche. Práxedis G. Guerrero, que ha tomado las minas de San Pedro, me pide por teléfono rendición de la plaza. Son varios los grupos revoltosos, pero he resuelto defenderla hasta quemar el último cartucho. Le ruego envíe urgentemente competentes refuerzos.

El jefe político Francisco Mateus

Chihuahua, diciembre 31 de 1910

Señor don Enrique C. Creel, Ministro de Relaciones

México

Tengo el gusto de informar a usted que por noticias que acabo de recibir del Jefe Político de Casas Grandes, sé que ayer en la madrugada fue derrotado en Janos un grupo de sediciosos por una sección de 60 hombres, 40 federales y 20 voluntarios, que salió de Casas Grandes a batirlos. Se asegura que murió en el encuentro Práxedis Guerrero y otro individuo que no ha sido identificado. De las fuerzas del gobierno hubo sólo un herido.

El Gobernador

Chihuahua, diciembre 31 de 1910

Señor Presidente de la República

México

Ya fue transmitido mi telegrama anterior y recibí noticias de Casas Grandes en donde me avisan que un grupo de Revoltosos en número desconocido, llegó a los campos del ferrocarril que va a Madera al punto llamado El Rusio (sic) como a diez leguas de Casas Grandes. Entiendo que allí cuentan con 150 hombres para defender la plaza. El Comisario de Policía de Corralitos avisó en Janos que alcanzó a un grupo de Revoltosos que de la Sección de Casas Grandes los persigue y que los obligó a evacuar la plaza habiendo muerto en el combate el cabecilla Práxedis G. Guerrero y otro que no se ha identificado. Se sabe que en el combate usaron los Revoltosos bombas de dinamita en número considerable y muy poco las armas. La sección persigue con tenacidad a los Revoltosos.

El Gobernador

Casas Grandes, 31 de diciembre de 1910

Ciudadano Gobernador del Estado

Chihuahua

Urgente

En estos momentos son las 4:45 de la tarde (…) Acaba de comunicarme el Comisario de Corralitos por teléfono, que llegó a la hacienda mandado por el Jefe de la Fuerza que fue a Janos. Que en aquel lugar entre 10:00 y 11:00 de la noche comenzó el ataque con los Revolucionarios durando hasta las cuatro de la mañana en que rindieron la plaza y que al aproximarse la Fuerza de 60 hombres que los persigue y de que ya tiene conocimiento, desalojaron a los Revoltosos de la población llevándose preso al jefe municipal don Guadalupe Lozoya (sic) y a Baraquiel Ordóñez, y todo el armamento. En el combate resultó herido un rural del 3er. Batallón de la Federación y muertos el cabecilla de los Revoltosos, Práxedis G. Guerrero y otro cuyo nombre no se sabe. En el mismo combate usaron gran cantidad de dinamita y muy pocos proyectiles. La Fuerza del Gobierno les hace una tenaz persecución.

El jefe político Francisco Mateus.

El 27 de diciembre de 1910: Telegrama del Jefe Político F. Portillo de Ciudad Juárez, al Secretario de Gobierno, señalaba: …“Interesa altamente porque Praxedis G. Guerrero es de los más peligrosos agitadores”…

Ciudad Juárez, 25 de diciembre de 1910

Señor Gobernador Alberto Terrazas

Urgente

Está aquí Cruz González quien se vino anoche de Guzmán por Palomas y Columbus, Nuevo México. Informa que Revoltosos en número de 30 llegaron a su hacienda el 22 a las 9:00 de la noche y le quitaron dos rifles y siete caballos; que hace cabeza Práxedis G. Guerrero, compañero de Flores Magón. Inés Salazar, implicado también  en el mismo movimiento y Benjamín Silva que estuvo preso en El Paso por el mismo complot (…) Práxedis G. Guerrero estuvo en el último asalto de Palomas (…)

Jefe político F. Portillo

El Gobernador le envía telegrama el 25 de diciembre al Señor don Enrique C. Creel:

(…) el movimiento se reduce a un pequeño grupo de Revoltosos capitaneados por Práxedis G. Guerrero, Inés Salazar, Cenobio Orozco, Benjamín Silva y Pomposo Ponce, todos compañeros de Flores Magón y complicados en los movimientos anteriores (…)

(Edelmiro Ponce de León. Los hilos telegráficos de la revolución orozquista. Ichicult, 2010)

Implicaciones de la muerte de Guerrero

Las noticias de Janos fueron un golpe amargo para los líderes de la junta en Los Ángeles. El 11 de enero de 1911, Ricardo Flores Magón escribió sobre la pérdida en las páginas de Regeneración:

En la gloriosa jornada de Janos, dio su adiós a la vida Práxedis G. Guerrero… Práxedis era el alma del movimiento libertario. Sin vacilaciones puedo decir que Práxedis era el hombre más puro, más digno, más inteligente, más abnegado, más valiente con que contaba la causa de los desheredados y el vacío que deja tal vez no se llene nunca. ¿Dónde encontrar un hombre sin ambición de ninguna clase, todo cerebro y corazón, valiente y activo como él?… Sin hipérbole puede decirse que no es México quien ha perdido al mejor de sus hijos, sino la humanidad misma la que ha tenido esa pérdida, porque Práxedis era un libertario.

Turner también reportó en Regeneración:

El precio del despotismo, en un país dado, es la sangre de sus hijos mejores y más valientes. De los miles de hombres honrados y valientes que Porfirio Díaz ha matado para perpetuar su dominio personal sobre México, me resulta imposible creer que hubiera uno mejor o más valiente que Práxedis Guerrero.

Ward S. Albro, en su obra “Morir de pie. Vida, época y escritura de Práxedis G. Guerrero” (2018) dice: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas. Qué dicho tan heroico. Mi ejemplar del Diccionario Oxford de citas lo atribuye a Dolores Ibárruri, La Pasionaria, la republicana española de la época de la guerra civil, quien habría proferido esa frase temeraria durante un discurso, en París, el 3 de septiembre de 1936. Quienes nos dedicamos a México como tema de estudio sabemos que, durante mucho tiempo, esa frase se atribuyó a Emiliano Zapata, que así invocaba a sus “surianos”. Zapata murió en una emboscada en 1919. No obstante, una publicación mexicana de 1924 consigna que fue Práxedis G. Guerrero quien la puso por escrito en su esfuerzo por lanzar una revolución contra el dictador Porfirio Díaz. Guerrero murió asesinado en 1910, en Janos, Chihuahua, en los primeros días de la Revolución mexicana. Tenía 28 años. Murió de pie.”

El libro de Albro lo presenta así: “La juventud, el carisma, la abnegación de su entrega a la causa revolucionaria contribuyeron a rodear a Práxedis Guerrero de un aura romántica. En su vida hay madera de leyenda: hijo del hacendado que renuncia a una vida de lujo a cambio del rigor del trabajo en las minas de cobre y carbón del sudoeste norteamericano; fugitivo temerario, acechado incesantemente por gobiernos y espías de dos países de los que escapa de la manera más intrépida; el hombre que, a caballo, reúne a sus exiguas fuerzas para asestar un golpe desesperado a la dictadura.”

LA BATALLA DE JANOS

La jornada de Janos tiene las proporciones de la epopeya –escribió Ricardo Flores Magón:

Treinta libertarios hicieron morder el polvo de una vergonzosa derrota a centenares de esbirros de la dictadura porfirista; pero en ella perdió la vida el más sincero, el más abnegado, el más inteligente de los miembros del Partido Liberal Mexicano.

La lucha se desarrolló en las sombras de la noche. Nuestros treinta hermanos, llevando la Bandera Roja, que es la insignia de los desheredados de la tierra, se echaron con valor sobre la población fuertemente guarnecida por los sicarios del Capital y de la Autoridad, resueltos a tomarla o a perder la vida. A los primeros disparos del enemigo, Práxedis cayó mortalmente herido para no levantarse jamás. Una bala había penetrado por el ojo derecho del mártir, destrozando la masa cerebral, aquella masa que había despedido luz, luz intensa que había hecho visible a los humildes el camino de su emancipación. ¡Y debe haber sido la mano de un desheredado, de uno de aquellos a quienes él quería redimir, la que le dirigió el proyectil que arrancó la vida al libertario!

Toda la noche duró el combate. El enemigo, convencido de su superioridad numérica, no quería rendirse, esperanzado en que tendría forzosamente que aplastar aquel puñado de audaces. Los disparos se hacían a quemarropa, se luchaba cuerpo a cuerpo en las calles de la población. El enemigo atacaba fieramente, como que contaba con una victoria segura; los nuestros repelían la agresión con valentía, como que sabían que, inferiores en número, tenían que hacer prodigios de arrojo y de audacia.

El combate duró toda la noche del 30 de diciembre, hasta que, al acercarse el alba, el enemigo huyó despavorido rumbo a Casas Grandes, dejando el campo en poder de nuestros hermanos y un reguero de cadáveres en las calles de Janos. El sol del 31 de diciembre alumbró el lugar de la tragedia, donde yacían dos de los nuestros: Práxedis y Chacón.

UN GENERAL ANARQUISTA

Hoy, 30 de diciembre, habrá de cumplirse y conmemorarse el 109 aniversario luctuoso de Práxedis G. Guerrero.

Dado que aún está pendiente el traslado de sus restos mortales a la Rotonda de Chihuahuenses Ilustres, es menester seguir señalando la importancia de cumplir a cabalidad el Decreto No. 751/2012 II P.O., que permanece en desacato por parte del Ejecutivo del Estado.

Al respecto hay un antecedente importante: el traslado de los restos del Héroe desde Janos, donde murió y fue sepultado, hasta Chihuahua capital, en 1935.

Pietro Ferrua se refiere a esos hechos en su libro “Un anarquista en la Revolución Mexicana: Práxedis G. Guerrero”. Dicha obra, originalmente escrita en italiano, fue traducida al español en el 2012 por Tomás Serrano Coronado, para la primera edición por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Esto es lo que dice Ferrua:

En el mes de noviembre de 1935 se produjo una extraña serie de manifestaciones de duelo en el estado mexicano de Chihuahua. Iniciados el 4 de noviembre, estos ritos fúnebres se repitieron a través de una secuela de ceremonias, hasta el día 19. Un ex capitán y un ex teniente, siguiendo las órdenes recibidas por un general de división (y a la vez gobernador del estado), exhumaron el cuerpo de un general muerto en batalla cerca de veinticinco años atrás, en el pueblo de Janos. 

Transportado a Casas Grandes, cabecera del Distrito Galeana, el féretro fue saludado por el alcalde y se preparó una capilla ardiente en el salón municipal. Se formó una guardia de honor compuesta por miembros escogidos por la Unión Municipal de los Veteranos de la Revolución, varios diputados, un ex alcalde y otras personalidades locales.

Al día siguiente, el cortejo fúnebre atravesó el pueblo y varios discursos fueron pronunciados exaltando la memoria del ilustre desaparecido, ahora convertido en “Benemérito del Estado”.

Se expusieron algunos objetos históricos, entre ellos una bandera de las fuerzas insurrectas, así como la humilde cruz de madera que durante cinco lustros había señalado la presencia de los restos del conmemorado.

Otra capilla ardiente se instaló en el salón municipal de Casas Grandes.

A lo largo de 36 horas, el cuerpo fue velado por un gran número de voluntarios: veteranos de la revolución, profesores de bachillerato, maestros de la escuela primaria, colegiales, funcionarios de gobierno.

La mañana del 18 de noviembre, una nutrida comitiva partió de Nuevo Casas Grandes para ir al encuentro del cortejo fúnebre encabezado por el alcalde de la localidad.

A mitad de la calle, las dos comitivas se encontraron.

El féretro fue saludado por un pelotón de 33 jinetes del 24º Regimiento de Caballería al mando de un capitán. Toques de trompeta anunciaron a la población de Nuevo Casas Grandes la llegada de los restos fúnebres.

También aquí, una capilla ardiente había sido emplazada en la sede municipal. Coronas mortuorias, sermones fúnebres, guardia de honor, en fin, todo lo que se prevé en este tipo de casos. No faltaron los colegiales que declamaron poemas de circunstancia, ni saludos militares, ni lágrimas.

Al día siguiente, los restos siguieron su procesión hasta su destino final: Chihuahua, capital del estado homónimo en donde, después de los últimos honores, por fin volvieron a sepultarlos.

Pero, ¿quién era aquel ilustre desaparecido, general a título póstumo, Benemérito del Estado, Héroe Nacional?

Se trataba del anarquista Práxedis G. Guerrero, caído en batalla durante la Toma de Janos, uno de los episodios de la revolución que había estallado en México hacia finales de 1910.

La bandera mencionada no era la bandera nacional, sino más bien una enseña roja con la leyenda “Fuerzas del Partido Liberal Mexicano”.

Dice Ferrua que el PLM enarbolaba la bandera roja; el lema varió según las épocas y las ocasiones: “Reforma-Libertad-Justicia” o bien “Tierra y Libertad” o también “Partido Liberal Mexicano”. El pendón al que se hace alusión había sido escondido y conservado por Felicitas Molina viuda de Ponce, madre de un revolucionario ya muerto.

La narración de los eventos que refiere Pietro Ferrua se encuentra en los documentos oficiales de los Archivos del Gobierno del Estado de Chihuahua.

Nicolás Chavira –cita el autor– hace una descripción detallada en su INFORME RENDIDO CON MOTIVO DE LA TRASLACIÓN DE LOS RESTOS DEL GENERAL PRÁXEDIS G. GUERRERO (Chihuahua, 1935)

BENEMÉRITO DEL ESTADO DE CHIHUAHUA

Tras setenta años de abandono y olvido oficiales hacia el héroe revolucionario, se realizaron los trámites para completar los honores que le correspondían como Benemérito del Estado.

La iniciativa 407, enviada por el Diputado Francisco González Carrasco, el 08 de febrero de 2011, fue aprobada por la Comisión Especial para los Festejos del Centenario de la Revolución Mexicana el 22 de febrero del 2012, y su Dictamen fue presentado el 08 de marzo del 2012.

El Decreto No. 751/2012 II P.O., UNÁNIME, aprobado el 08 de marzo de 2012 y publicado en el POE el 30 de junio de 2012, ha sido cumplido sólo parcialmente.

El nombre de Práxedis G. Guerrero fue inscrito con Letras de Oro en el Recinto Oficial del Poder Legislativo, en la Sesión Solemne del 16 de agosto de 2013, pero sigue en desacato la otra parte del Decreto:

“El Ejecutivo del Estado adoptará las medidas necesarias para efectuar, con la mayor Solemnidad, el traslado de los restos mortales, desde el Panteón Municipal Número Uno, lugar en donde se encuentra inhumado, hasta su instalación definitiva en la Rotonda”.

También falta que la fecha de su natalicio –28 de agosto– y de su aniversario luctuoso –30 de diciembre– se incluyan en el Calendario Cívico Chihuahuense.

La Ley para Declarar y Honrar la Memoria de los Beneméritos del Estado de Chihuahua ordena que se realicen diversos honores, entre los cuales está la organización de visitas a la Rotonda de Chihuahuenses Ilustres.

Al recibir Práxedis G. Guerrero el tratamiento que merece como Benemérito del Estado de Chihuahua y Héroe Nacional, se preservan los Ideales Anarquistas y Revolucionarios.

Asimismo, se perpetúan la conciencia y la rebeldía que demostró Práxedis G. Guerrero, desde una vida sublime, y que se representan y reconocen tras su muerte heroica.

Noventa años después de aquellos honores que el pueblo y las autoridades de Chihuahua prodigaron a Práxedis G. Guerrero, en tiempos del gobernador Rodrigo M. Quevedo, podríamos atestiguar el traslado de los restos mortales del Benemérito a la Rotonda de Chihuahuenses Ilustres.

Se ha insistido, en reiteradas ocasiones, que el CEREMONIAL DE ESTADO PARA TRASLADAR LOS RESTOS MORTALES DE PRÁXEDIS G. GUERRERO sería el evento cívico más importante de las últimas tres administraciones estatales, así como una gran contribución a la historia, a la cultura y a la identidad chihuahuenses.

(De un escrito publicado por Francisco Rodríguez Pérez en El Diario)

LA TUMBA Y EL EPITAFIO

Hasta 1935 los restos de Práxedis Guerrero permanecieron en Janos, Chihuahua. El traslado a la ciudad de Chihuahua y la inhumación se realizaron en 1935, pero sus restos deben depositarse, con toda solemnidad, en la Rotonda de Chihuahuenses Ilustres tal como ordena la Ley, dado el decreto vigente desde el 01 de julio de 2012.

En el Panteón Municipal número 1 de la Ciudad de Chihuahua, la tumba de Práxedis Guerrero tiene un mensaje cincelado en su sobria o austera lápida:

LA JUSTICIA NO SE COMPRA

NI SE PIDE DE LIMOSNA

SI NO EXISTE SE HACE

Tal inscripción es un “Punto rojo”, un aforismo, un pensamiento encapsulado que define el estilo de su autor, y más aún: sintetiza su vida, su causa, su Ideal.

Publicado en Regeneración No 6, el 8 de octubre de 1910,  ochenta y tres días antes de su muerte, se convirtió en su epitafio.

Los anarquistas no tienen ídolos, pero sí referentes como es Práxedis Guerrero, su vida, su obra y su muerte. Y el compromiso de reivindicar sus ideales y trabajar por su plena realización. Conjuntar los textos de Regeneración “En Memoria de Práxedis” no es un simple culto a la personalidad, sino el compromiso de continuar su labor libertaria y de conciencia.

Ciento nueve años después de la muerte del Mártir de Janos podemos leer y sentir los mensajes que Regeneración publicó In Memoriam. Todo esto contribuye a la construcción de la leyenda, del mito universal de un ícono revolucionario, un anarquista, un libertario que lo fue en la palabra y en la acción, un átomo de rebeldía.

Práxedis es un ejemplo internacional del anarquismo y la revolución social, una lección de vida, muerte y trascendencia. En México, en Estados Unidos, en América, en Europa y hasta donde haya llegado la noticia de su existencia sublime tienen que prevalecer su Historia, su Mensaje y su Memoria, sobre todo si el anarquismo y la revolución social siguen siendo Ideales, Utopías, grandísimos sueños, anhelos de libertad y hasta ilusiones de justicia, por lo que siguen  vigentes esas ideas, esas organizaciones, esos combates y esa literatura tercamente aferrada a la libertad no sólo del individuo, sino de la Humanidad misma.

EN MEMORIA DE PRÁXEDIS

En Regeneración escribieron más de tres mil personas. La muerte de Práxedis fue ocasión para que muchos de esos escritores y periodistas lamentaran su deceso. Dichas cartas fueron espontáneas, de llanto, duelo, luto y dolor. Todas ellas tuvieron un denominador común e incluso un espacio en las páginas del periódico: “En Memoria de Práxedis”.

Regeneración, el periódico del Movimiento “Magonista”, de la causa libertaria y la agitación revolucionaria, lloró al Héroe por años. En las páginas de Regeneración, se manifestó el duelo, el homenaje y la admiración por “El Mártir de Janos” al través de cientos de textos, de diversos autores, que mostraban el dolor, a la vez que reiteraban su admiración por el Héroe, y mantuvieron de diversos modos un constante trabajo “En Memoria de Práxedis”, convertida en sección del semanario.

“El Mártir de Janos” –obra inédita de Sonia Bencomo, Premio Chihuahua de Literatura– rescata esas manifestaciones de dolor, rabia y admiración; escritos generalmente desgarradores, impulsivos y echados para adelante, de hombres, mujeres y colectivos que mantuvieron la memoria de la vida heroica y la sublime muerte de aquel joven guanajuatense que renunció a la burguesía para abrazar la bandera roja de los desheredados y, con ella, recorrer los caminos de la explotación y la miseria, a las que arrancó tiempos y espacios para destacarse como obrero, escritor, periodista, ideólogo, organizador y combatiente en un lustro de grandeza personal y de entrega total, TOTAL, a la causa libertaria.

Perenne su recuerdo, perenne su imagen, perenne su ideal y su memoria: eternamente joven, 109 años después allí están Práxedis y el testimonio escrito de quienes lamentaron la muerte y admiraron la grandeza de aquel muchacho que murió a los 28 años en la gloriosa Batalla de Janos, Chihuahua.

Así lo escribe Ethel Duffy Turner en su libro “Ricardo Flores Magón y el Partido Liberal Mexicano”:

El hombre que anduvo del Bravo al Suchiate organizando grupos revolucionarios, que escribió ¡Sopla! jEscuchad! y otras obras hermosamente conmovedoras, que peleó en Palomas, que vendía chácharas, cavaba zanjas, arriaba mulas, organizaba mineros, editaba periódicos, para quien ninguna tarea era demasiado baja y ningún esfuerzo demasiado grande, siempre que estuvieran ligados a la revolución –Práxedis, el “hacendado-peón” – ¡Jamás lo olvidéis, Mexicanos!

Por: Arcadio Sánchez Rodríguez.

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